Galletas integrales de espelta


Porciones / número de personas: 25 galletas
Tiempo de Preparación: 30
Tiempo de cocción: 15
Categoría: Postres
Dificultad: Fácil

Introducción:

Sí, sí, galletas integrales. Y sin mantequilla, más sanas, con menos grasas y con todos los beneficios que la fibra aporta a nuestro organismo que no son, solamente, mejorar el tránsito intestinal. ¿Sabéis que buena parte de los nutrientes de los cereales se quedan en la cáscara? Así que mejor es elegir, siempre que podamos, productos integrales.

¿Qué si son aptas para la operación bikini? No diría yo tanto, porque mirad la capita de chocolate que llevan por encima y porque la harina no deja de serlo, aunque sea integral. Por no hablar del azúcar.
Por tanto, para adelgazar no, pero para mantenerse o darse un capricho, elegid estas antes que las típicas de mantequilla, a no ser que os dé igual y entonces... ¡¡elegid las dos!!

Ingredientes:

Con esta receta participo, además, en el reto BBSS de recetas buenas, baratas, sanas y sencillas que, en esta ocasión, tiene como lema "El chocolate puede ser demoníaco y la patata no solo es brava". Divertido, ¿verdad? pues mejor todavía cuando leáis las intenciones del proyecto de Marisa. Si os paseáis por el blog veréis en enlace a todas las recetas del primer reto BBSS, ¡¡vamos a hacer entre todos que este sea como mínimo tan bueno como aquél!!


Decidí hacer estas galletas cuando vi las que había hecho Iratxe porque yo, igual que ella, tenía el queso ricotta en el frigorífico a puntito de caducar. Cosas que pasan cuando compras algo que te hace muchísima falta cuando estás en la tienda y luego nunca ves el momento de usar. Llevaba días pensando en qué emplearlo antes de que caducara cuando vi su galletas.
Yo he cambiando la harina por otra integral y la glasa por chocolate.


250 gr. de queso ricotta. Se puede sustituir por requesón o algún queso suave tipo queso de Burgos o queso fresco.
375 gr. de harina de espelta integral. También podéis usar harina de trigo integral que es bastante más fácil de encontrar que la de espelta, aunque esta está a la venta en tiendas de dietética y herboristerías.
120 gr. de azúcar.
50 ml. de leche (desnatada o entera, al gusto)
50 ml. de aceite de oliva
una cucharadita pequeña de levadura química, tipo royal.
1 cucharada de aroma de vainilla.
1/2 tableta de chocolate blanco y 1/2 de chocolate negro, de fundir. O una entera del color que prefiramos.

Instrucciones:


Ponemos el queso en un cuenco amplio y lo chafamos con un tenedor. Añadimos la leche, el azúcar, el aceite y la vainilla y mezclamos bien, hasta que quede homogéneo.
Tamizamos la harina con la levadura. Al ser integral, costará un poco más. Los días que estoy perezosa y no me apetece tamizar, lo que hago es poner toda la harina que voy usar en una fuente honda y la revuelvo bastante con un tenedor para que "se airée" y quede más ligera. No es lo mismo, pero en el caso de las integrales especialmente, es mucho más fácil que el tamiz. Tamiz que, además, no tengo.
Vamos incorporando la harina a la mezcla "líquida" anterior y vamos mezclando con ayuda de una espátula de madera o silicona. Poco a poco y con cuidado para que no nos salgan grumos.
Le damos forma de bola, envolvemos en papel film y lo dejamos reposar una horita o dos en la nevera para que se endurezca un poco. Hay que tener en cuenta que al ser un queso blando, esta masa no se va a poner tan dura como la de las galletas de mantequilla.
Precalentamos el horno a 180ºC
Sacamos del frigorífico, colocamos la masa entre dos papeles parafinados de hornear y estiramos con un rodillo hasta dejar la del grosor deseado.
Cortamos las galletas a nuestro gusto -yo las hago redondas casi siempre, que lo de los cortapastas con formas me trae mártir- y las vamos poniendo en una bandeja de horno forrada.
Horneamos durante 15 minutos aproximadamente. Las sacaremos cuando los bordes empiecen a dorarse y las depositaremos sobre una rejilla para que se enfríen.

Mientras tanto, preparamos la cobertura de chocolate: ponemos el chocolate en un bol que podamos meter al microondas y lo calentamos durante un minuto. Sacamos. Si no se ha fundido del todo, removemos bien y volvemos a meter al microondas en lapsos de 30 segundos, volviendo a sacar y remover cada vez para que no se nos queme hasta que esté fundido del todo.
ä Vamos bañando las galletas con el chocolate con ayuda de una cucharita y espolvoreando, si nos apetece, de unas virutas de colores para hacerlas más llamativas.
Este último paso, el de los colorines, lo hice más por los cachorritos. A mí los sprinkles estos, al igual que la glasa no me gustan por excesivamente dulces, pero reconozco que hacen de las galletas mucho más llamativas.
Observaciones:

Estas galletas son muy ricas recientes, pero se conservan peor que las demás que he hecho hasta ahora, supongo que por el queso. Así que si tenéis previsión de consumirlas más o menos rápidos o una pandilla de monstruos de las galletas en casa, perfecto. Si no es así, yo reduciría un poco las cantidades.

No son galletas crujientes, son más bien ligeramente "abizcochadas". También puede ser este el motivo por el que se conservan peor pero están muy ricas y acompañan de maravilla el cafetito de la merienda. O el zumo, por ejemplo, si hablamos de la merienda de los cachorritos.


Información Nutritiva:

Si os habéis quedado con más ganas de galletas, aquí tengo alguna más:
Y Galletas crujientes de violeta. Hechas sin huevo. Aptas, por tanto, para alérgicos.
Y Galletas de mantequilla con chips de chocolate, perfectas para la hora del té.
Y Galletas de avena, nutritivas y deliciosas. Como estas que os he presentado hoy, tampoco llevan mantequilla, para una alimentación más saludable.


Fuente: https://cocinandoparamiscachorritos.bl
Enviada por niccasl (ver más recetas de niccasl)
Publicada el 13 de mayo de 2013 a las 14:03
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