Mini quiches de salmón y mascarpone


Porciones / número de personas: 2 personas
Tiempo de Preparación: 10
Tiempo de cocción: 20
Categoría: Entradas frías y calientes
Dificultad: Fácil

Introducción:

La quiche, todos lo sabemos, es una tarta salada con base de masa quebrada (o pasta brisa) típica de la cocina francesa, de la región de Lorena, la famosa quiche lorraine. Esta es la original, pero como casi todo en cocina (y en la vida en general) tiene multitud de variantes, tantas como la imaginación te lo permita.

Esta que os traigo hoy tiene de quiche bastante poco, casi solo la masa quebrada de base y un recuerdo en el sabor cremoso del queso, pero yo la hice para aprovechar unos restos de la masa que me habían sobrado de unas tartas infantiles y para apañar una cena tardía después de toda una tarde metida en la cocina. Así que, además de los restos de pasta brisa, utilicé otros restillos que tenía por el frigorífico: un poco de salmón que me había sobrado de las crepes del fin de semana y algo de queso mascarpone que tenía abierto y que ahora no recuerdo para qué había usado.
El resultado fue tan bueno, estaban tan ricas, que merece la pena compartirlas con vosotros y tenerlas en el blog para poder repetirlas, en tamaño mini como estas o como una quiche grande.

Ingredientes:

Recortes de masa quebrada.
Ya os digo que yo utilicé los recortes que me sobraron de las tartas; eran aproximadamente 4 discos de unos 6 cm de diámetro. Lo suficiente para forrar 4 moldes de magdalena de silicona.
Para hacer una tarta grande, necesitaremos una lámina competa. En esta ocasión la que usé fue la del Lidl que, sinceramente, me pareció bastante buena; también podemos hacerlo nosotros mismos, pero la verdad es que después de preparar un cumpleaños infantil con 5 pizzas y 2 tartas, además de todo lo de alrededor, ya no me quedaban fuerzas. Espero que sabréis perdonarme ;)
4 cucharadas de queso mascarpone
Queso rallado
1 o dos lonchas de salmón ahumado

Instrucciones:


Precalentamos el horno a 200º
Forramos unos moldes de magdalena con la masa quebrada. Mejor si son de silicona porque se desmoldan luego estupendamente, pero si no tenemos, una flanera de aluminio también puede valernos o las cápsulas de papel de las propias magdalenas.
Sobre la masa quebrada vamos poniendo media cucharada de queso mascarpone, unas tiras de salmón ahumado y un poco de queso rallado. Y continuamos con otra media cucharada de mascarpone, otro poquito de salmón ahumado y queso rallado.
Metemos al horno a unos 180º C durante 15-20 minutos, hasta que la superficie esté doradita.
Sacamos y servimos caliente, aunque este tipo de tartas puede comerse fría o templada perfectamente, pero nosotros nos lo comimos recién hecho y estaba ¡buenísimo! El queso estaba todavía ligeramente líquido, fundido y nos supo a gloria.

Información Nutritiva:

Si vamos a hacer una tarta grande con una lámina de masa quebrada entera es mejor meterla en el horno vacía, es decir, antes de rellenarla.
Para ello, forramos el molde de quiche con la masa quebrada. Podemos engrasarlo un poco antes para que sea más fácil de desmoldar, en función del tipo de molde que usemos (uno de silicona nos ahorrará este paso, pero no queda tan bonito). Una vez forrado el molde, lo pinchamos repetidas veces con un tenedor y lo horneamos vacío hasta que esté doradito. Se saca del horno y se rellena como os he indicado anteriormente pero, como es lógico, aumentando las cantidades.
Para una cena informal, acompañado de una ensalada verde, me parece una opción estupenda, una cosita que se puede dejar preparada con antelación y comer a la vuelta de un día de playa o piscina. Si terminamos con una de esas maravillosas frutas de verano con la compañía de los cachorritos, ahora que comienzan sus vacaciones, ¿qué más queremos?


Fuente: https://cocinandoparamiscachorritos.bl
Enviada por niccasl (ver más recetas de niccasl)
Publicada el 26 de junio de 2013 a las 15:48
Esta receta se ha visto un total de 3.875 veces


Puntuación: 2.96 sobre 5 Puntuación: 2.96101 votos.